David Lynch Inland Empire , originalmente cargada por Roder ictus . Veo dos torres a los pies de un lago verde. Pretendo visitar el concreto transformado en arte pretencioso de las críticas sociales y la desfunción arquitéctonica, versos en fránces a tres cuartos hacen temblar los huesillos de mis oídos. Como es mal hábito de mi persona, me encuentro sin compañía en el centro del bosque, contando mis escasas bendiciones. Ya me conoces, curioso de lo grande, felíz de lo pequeño. Enúmero con dedos mal manicurados los obsequios de hoy y su paisaje otoñal, y es en mi pluma donde encuentro que de ahora en adelante existe una carencia, la de tu siempre amable compañía. Lo más facíl es remontarse a los once años que tenemos de conocernos, de los otroras en járdines junto a otras personalidades y las risas, paseos y charlas al ocaso. De los encuentros en tu casa donde la misma actividad se disfrazaba de esnobismo y piedrería ante los crisoles del arte de tu padre. La mascára se fue conv...
(Si presionan la tecla ctrl y le dan click a las imagenes, las abre en una nueva pestaña en tamaño completo) La ilustración es una interpretación de una foto de una vieja conocida que saqué del facebook, eso es y nada más. Aunque me parece que éstos dibujos son mitad trampa porque la chava es guapa, y eso le llama la atención a cualquiera. Éste es un encargo de tiempos de las olimpiadas chinas, pero creo jamás lo mostré. Fue un ejercicio muy curioso y la historia más: Por aquel entonces vivía en casa de mi novia, pero como cada de vez en cuando, su madre se presentaba de visita por una temporada, su madre que cabe decir era un poco conservadora de ultraderecha, por lo que no podía verme en la misma habitación que con su hija sino era por supervisión Adulta de la de verdad y no "Adulta" como somos nosotros los eternos e inmaduros tontos. Por lo mismo necesitaba un lugar donde vivir mientras esa visita se prolongara. A bendición y fortuna mía, una buena amiga me ...
Sacculina carcini es un parásito que nace en el mar, al oler un cangrejo, se adhiere e inserta en una cavidad destinada a los huevos del cangrejo, posteriormente comienza a crecer, y dentro del exoesqueleto del cangrejo tentáculos símiles a raíces del parásito se extienden por todo el decápodo hasta alcanzar cada terminación nerviosa y el cerebro, es entonces que el pobre crustáceo se convierte en esclavo de la bolsa anaranjada que usurpa el lugar de sus descendientes. No volverá a crecer, no intentará reproducirse, no reemplazará ningún miembro que pierda, no, ahora sólo sirve a su amo, lo defenderá contra cualquier cosa, su cuerpo y existencia sólo tienen significado para la esclavitud, ningún proceso como la procreación o la salvaguardia de su propio ser pueden llevarse acabo ya que alejarían de preciosa energía al huésped. El cangrejo es un zombie, encadenado al servilismo de una curiosidad biológica, hasta que sus diez miembros y carcomido cerebro no puedan alimentarse a si mismos...