Ya no las sueño





Ya no las sueño. 

Sus voces, su contacto una borrosa memoria.

He intentado recuperar de los túmulos en mi cabeza un detalle de sus miradas logrando sólo escavar recuerdos de culpa. Tanto tiempo ha pasado.

De fantasma me transformé en prisionero, por mis propios gustos de mi abandono. Ya no hay un querer ser, un deber ser. Mis responsabilidades se desvanecieron e incluso la melancolía sabe falsa, sólo el vil deje de la esperanza que ahora conozco imposible; La última chispa de mi apagada brasa.

Seguir adelante como carcasa. Todos los amores perdidos y sus proyecciones en mis estúpidos libros que es último resguardo.

Proyectando cuerpos de seguramente recuerdos falsos.

Todo al final siempre fue, porque no dejé que me amaran.

Adiós lindas, adiós.

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