Media hora por Coyoacan


Centro de Coyoacan 4 de Agosto 2010 entre 16 y 18 hrs (si por casualidad alguien conoce a la dama de la foto, haganle saber de mí, me gustaría que un día la casualidad me dejara cruzar unas palabras sin las dudas del momento como éste en que escribí)

¿Dónde te conocí? ¿Acaso de sólo el tiempo sentada frente a mí? Tal vez de un pasado que no recuerdo, cuando era un infeliz ensimismado en madurar frente a todos los adultos que me rodeaban ¿En la escuela, compañera tal vez de una amistad hacía la que repta éste deja vu de andar escribiendo semejante impresión?

Has de ser un sentimiento del delirio de soledad, simplemente el estatismo de tu figura mientras leía un libro del cansado Silverberg me ha empujado a construir el vestigio de una memoria que no sucedió. Nada me es familiar en ti sino la construcción de tu rostro, que te pareces a alguien a quien le robé una sonrisa en tiempos de menor inhibición, pero aún así podría jurar que reconocería tu voz al sólo verte.

Miren lo que me han hecho las andadas, la absurda ilusión del reconocimiento con todo el falso sabor de un pensamiento que dicta el que también me recuerdas. Que tonto soy, mejor me despido antes de también construir un futuro y la obsesión de que tal vez me amabas y no es más que un reencuentro predestinado.

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