Ahora que no te encontre


Me diste la oportunidad de verte nuevamente, jamás te encontré. Tonto de mi al no buscarte dentro del restaurante, de sólo asomarme levemente por las ventanas obteniendo como imagen más mi reflejo que el contenido, viendo en borrosos espectros plateados grupos de familias asimilando mi rostro en el cristal, pero nadie sola, nadie que se pareciera a tí.

Tal vez es porque has cambiado, hace más de ciento ochenta días que no te veo, algunas fotos pérdidas de andadas en compañías comunes a las mías, pero borrosas y nada más, la única otra foto que obtuve así te muestra tan distinta, cosa que no me sorprende, las mujeres al dejarme cambian mucho, mucho, mucho.

¿Cómo eres ahora que no derramo tintes grises sobre tí? ¿Ahora que no lo hago en persona?

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