Viviendo en el Pasado



¡Rayos Doc!, ahora tengo cincuenta años y Parkinson

En los sesenta, Sir Arthur C. Clark escribía sobre bases lunares y espaciales en el 2001, en el mismo año Ray Badbury ubica sus el inicio de sus Crónicas Marcianas, es decir la conquista de Marte, y otros tantos nos hacían con carros voladores y computadoras del tamaño del núcleo terrestre como la famosa UNIVAC de Asimov tan frecuentada a lo largo de todos sus cuentos, Ya estamos cerca de finalizar la primera decáda del siglo XXI y lo más cercano a todo eso es la estación rusa MIR ya que ni la internacional espacial anda entera.

Y yo, y yo me doy cuenta de que vivo de algún modo retrograda en el año del caldo; mis autores favoritos son de los sesenta y setenta mejor conocidos como los autores de la era Campbell, los programas de televisión que frecuento y llamo favoritos son la dimensión desconocida de los años cincuenta junto con toros de las fechas, lo que ando escuchando últimamente es a Miles Davis, Charlie Parker y ella Fitzgerald cuya música tiene cerca de cien años, y la última buena pélicula que ví si la memoria no me falla sobre el copyright fue el "ladrón de Bagdad" de 1932, escribo esto desde mi computadora Pentium 4 existiendo ya chucnches de 4 núcleos miles de veces más rápidas, mi televisión es todavía cúbica con resolución en líneas, no como las nuevas ultraplanas de 1080dpi en alta definición, y mis posts llegan a ustedes desde una conexión de 56kbps que uso ocupando mi línea de fon, e inclusive el fon en mi habitación es de disco, de esos que había que darles vueltitas, lo cual hace un infierno marcar a un móvil de trece digitos.

Uno pensaría que ya viviendo en el año dosmil y tantos uno podría darse mejor idea de lo que es la vida en el futuro que muchos soñarón, pero parece que al menos para mí no es así, y me llega la idea que ni siquiera puedo encontrarme en un estándar, al no tener celular y que mi colección de péliculas sean la mitad por lo menos en formato VHS, y no es que sea un viejito con mis 24 años, pero me parece que vivo en el pasado, y hoy por hoy me sorprenden los aviones que pesando chingomil mococientos cincuenta y pito de chilliones de toneladas puedan volar.

La dificultad tal vez sea que lo nuevo no sólo es díficil de digerir, sino que encontrar cosas buenas al respecto es aún más complicado. No dudo que existan muchas cosas buenas muy recientes, el problema es encontrarlas o encontrar a alguien con suficientes referencias y argumentos para sopesarlas como cosas buenas dentro de un criterio construido.

Otra cuestión que me surge es sí del mismo modo retrogrado en que vivo contextualmente es el mismo en el que vivo sentimentalmente, como en lagunas y añoranzas de amores pasados, situaciones anteriores, escolaridad menor, amistades más añejas y esas cosas, que mi ideal de vida sea un regreso a épocas más inocentes y amenas y que lo mismo me retenga de avanzar a un nuevo contexto del año dosmil ocho, de mis veinticuatro años, de la universidad, del hecho de amigos casandose y teniendo hijos, e incluso graduandose y trabajando por vivir.

Como siempre todo el ayer parece mejor y todo mañana un imposible en mejora, o al menos ese parece ser mi tipo de vida.

Si hay que cambiar o moverse con los tiempos o no, la verdad me importa una bicoca mientras pueda seguir sintiendome "felíz y satisfecho", ya la cosa será ver si me sigo sintiendo así conforme avanze el futuro, que como banqueta, le encanta correr a mi rostro para darme un beso para despertarme.



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Escuchando: Elvis Presley - I Cant Help Falling In Love With You

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